Hace un mes abrió las puertas en México una escuela diferente a las demás: Dev.F. Sus estudiantes iban desde niños de 14 años hasta señores de 50. Todos ellos con un objetivo común: convertirse en hackers. 



Esta des-escuela, como la llaman sus fundadores, nace para promover una cultura diferente entre los desarrolladores y generar talento developer que ayude a nutrir la demanda que existe hoy en día, como dice Manuel Morato, fundador, “desarrollar personas que construyan cosas nuevas en este mundo, personas que se atrevan a hacer cosas diferentes, personas que transformen nuestras industrias y nuestra sociedad de manera positiva.” Lo que buscan, en palabras de +Enrique Díaz, GDG Androidtitlán y uno de los fundadores de Dev.F, es “aprovechar las distintas virtudes de cada individuo y potenciarlas, en vez de formar a todos con un mismo molde.” 



La primera edición de su curso Cinta Blanca finalizó hace una semana. Entre los participantes de esta primera edición había ingenieros mecatrónicos, desarrolladores de aplicaciones móviles, diseñadores web, un actuario, estudiantes de preparatoria, estudiantes universitarios, estudiantes de secundaria y desarrolladores de videojuegos. Durante su participación recibieron mentoría uno a uno con alrededor de 20 especialistas, emprendedores y líderes de comunidades en México, y aprendieron tecnologías como Android, Ruby on Rails, HTML + CSS, Polymer y Github, entre otras. Además, se ha hablado de otras tecnologías como JavaScript, Python, Google Cloud Platform, Open Data, Agile Development, Scrum y Git. En resumen, todos los asistentes tuvieron la oportunidad de utilizar herramientas que apenas conocían o que desconocían totalmente y estaban fuera de su área de experiencia. 

Los resultados de esta iniciativa ya son cuantificables: al inicio del curso dos personas recibieron ofertas de trabajo y fueron contratados, el 70% de los participantes ha recibido ofertas de empleo y uno de los equipos recibió una oferta de inversión para su proyecto. 

Cómo comenzó 

Dev.F surge de la energía y las ganas de cambio de 5 jóvenes, +Manuel Morato, +Elias Shuchleib, Enrique Díaz (parte del GDG Androidtitlán), +Sandy Macías y +Víctor Borja, quienes quieren promover la cultura hacker y llevar los valores del desarrollo no sólo a quienes ya lo conocen, sino también a quienes aún no tienen conocimientos técnicos, fomentando el trabajo en equipo, la resolución de problemas reales, el pensamiento crítico y la capacidad de aprender de manera eficiente.